miércoles, 18 de noviembre de 2015

¿POR QUÉ SOY UNO DE LOS SERES MÁS AFORTUNADOS DEL PLANETA?


                El otro día en el entorno de una conversación, le dije a una persona “eres uno de los seres más afortunados de este planeta”. No importa quién era esa persona, ni la conversación, ni el entorno, lo importante fue la frase, que desde que la dije me martillea en la cabeza.
                Ahora pienso, ¿esa frase era solo referida a esa persona, o también me estaba refiriendo a mí? Pues era para ella, para mí y para todos.
                En realidad no existe tanta diferencia entre la vida y posibilidades de unas personas y otras. No sé a qué se debe y el porqué de esa especie de velo, ceguera o como queramos llamarlo, que nos impide ver la realidad. Muchos momentos de mi vida han sido de frustración, de impotencia, de desorientación y he andado perdido, dando bandazos de un lado a otro.
                Pero ahora en este momento y sin tener muy claro tampoco porque, y más desde que pronuncie la magnífica frase  del encabezado, me siento pleno y feliz. Cuando analizo lo que ha pasado, lo que ha cambiado en mi vida, me doy cuenta de que no ha cambiado nada. Todo cuanto ahora tengo, estaba ahí, junto a mí, en mi entorno, pero no lo apreciaba, por tanto reconozco que solo ha cambiado una cosa, YO, mis percepciones, mi comprensión.
                No solo yo, sino todo el mundo está rodeado de  Amor, de personas que están deseando que nos dejemos Amar, de oportunidades de disfrutar a todo pulmón de la belleza que nos rodea. Pero nos empeñamos en seguir ciegos, en no dar una patada a tanto convencionalismo social, a tantas estructuras herméticas, a sacudirnos la incoherencia y a dejarnos llevar por el verdadero sentido de la cordura y las pautas claras y simples que surgen de nuestro corazón, el verdadero cerebro y guía de nuestros pasos hacia la felicidad.
                No me pidáis que os explique como he llegado hasta aquí, ni que tenéis que  hacer; sinceramente no lo sé, solo sé que ha ocurrido, que un día decidí ser valiente y aceptar lo que venía del interior, que si algo desde lo más profundo del corazón me hacía feliz, porque iba a ser malo. Porque tenía que pasar esos sentimientos y emociones por el filtro del criterio de los demás. Porque tenía que hacer públicos y compartir esos sentimientos y emociones con los demás, si simplemente eran sentimientos y emociones intimas y personales. Además, en realidad alguien ajeno a mí, ¿puede comprender y sentir lo que yo siento?
                Tampoco se trata de llevarlo al secretismo absoluto y hermético, se trata de inhibirse y de abstraerse a juicios y normas. El corazón ya sabe perfectamente lo que ha de sentir y expresar, y a quien y cuando debe hacerlo, sin tapujos ni parafernalias, simplemente viviendo cada momento, cada emoción con la intensidad adecuada, descartando el miedo e ignorando la posible exposición a juicios.
                Es cierto que dependiendo solo de ti y si lo permites, algunos elementos de la sociedad pueden intentar destruirte, desacreditarte y hundirte, pera eso han sido creados los convencionalismos sociales y las férreas leyes que atenazan tu creatividad y libertad. Pero repito esto solo ocurre si tú lo permites, porque solo tú tienes el poder de gestionar tu vida, de crear tu realidad. Cuando te llenas de luz, cuando comprendes quien y que eres, cuando eres capaz de conectar con la inmensa energía que está a tu disposición, nada ni nadie tiene poder para hacerte daño; si tú no te juzgas, nadie puede hacerlo. Y no hay que confundir los términos, eso no significa que cada uno haga lo que le dé la gana y esta vida se convierta en un erial sin amo. Cuando estas en coherencia y sintonizado en la frecuencia debida y escuchas tu corazón, nada de lo que hagas hará daño a nadie. El Universo tiene energía suficiente para abastecer las necesidades de todos hasta la saciedad, aunque eso no te lo enseñasen y la maldad no tiene cabida en la esencia pura del corazón.
                Cuanto daría yo en este momento porque todas las mentes se abriesen de par en par, porque todas la mentes estuviesen conectadas y nadie pudiese ocultar sus pensamientos y emociones, que vuelta daría el mundo y la sociedad.
                Pero esa no es mi misión, ni mi objetivo, mi objetivo es ser plenamente feliz, ser sincero, claro y puro conmigo mismo, realizarme plenamente como el ser capaz de amar sin condiciones que habita en mí, el comprender que solo soy responsable de mí y que solo puedo modificarme, juzgarme y reafirmarme a mí, y que cuando consiga esto mi vibración a nivel cuántico, sintonizara con otros seres en mi misma frecuencia y poco a poco, de forma voluntaria, coherente, otros seres se irán uniendo e iniciaremos el regreso a nuestro origen.
                Así que a partir de este momento voy a empezar a amarme profundamente y a permitir que mi corazón sea el que guíe mis pasos, te invito a reflexionar y hacer lo que consideres más oportuno, no por lo que diga yo, sino por lo que dicte tu corazón.
                Como siempre, un profundo y sincero abrazo.

                 

No hay comentarios: