En
el libro UN CURSO DE MILAGROS, capitulo 30 – III – 1, podemos leer:
- Los ídolos
son algo muy concreto. Mas tu voluntad es universal, puesto que es ilimitada. Y
así, no tiene forma, ni su contenido se puede expresar en función de la forma. Los
ídolos son límites. Representan la creencia de que hay ciertas formas que
pueden brindar felicidad, y de que, limitando, se consigue todo. Es como si
dijeras: “No tengo necesidad de todo. Lo único que quiero es este trocito, y
para mi será como si fuese todo”. Y esto no puede sino dejarte insatisfecho
porque tu voluntad es que todo sea tuyo. Decídete en favor de los ídolos y estarás buscando perder.
Decídete por la verdad y todo será tuyo. –
Este párrafo
es muy interesante de estudiar y razonar sobre el contenido del mismo. Desde
que nacemos esta sociedad a nivel planetario, nos somete a cientos de formas de
liderato, repito, nos somete.
Efectivamente desde el
nacimiento ya somos sometidos a comparaciones, color de ojos, pelo y piel,
tamaño de nuestro cuerpo y diferentes partes del mismo. Desde ese mismo momento
empezamos a estar sometidos a la selección familiar y al encasillamiento dentro
del clan.
Después cuando
salimos a la sociedad y desde la guardería ya comienzan a surgir los líderes,
bien por ciertas cualidades innatas o por selección de simpatía, amistad o
enchufismo, que poco importa cómo, el hecho es que se produce y en cierto modo
si no te quieres sentir desplazado tienes que sacrificar tu personalidad y
someterte al servilismo y acatamiento de los dictámenes del líder.
De esta forma
en edad temprana se nos grava a sangre y fuego la pauta a seguir durante toda
nuestra vida. Nunca nos podremos salir del guion, tendremos líderes en
política, en el trabajo, en los deportes, en las aficiones, en la misma
familia. Como bien dice el párrafo de Un Curso de Milagros esto solo nos
proporciona la sensación de perdedores, ya que siempre lleguemos a donde
lleguemos, siempre tendremos por encima nuestro un líder mayor que nos marcara
las pautas y camino a seguir.
Yo no quiero ser un líder para nadie, no
acepto que se me tome por tal, lo mismo que de igual forma no pienso seguir a
ninguno. Esto no quiere decir que no sienta admiración por todo aquel que con
su esfuerzo consigue realizar unos buenos objetivos, del mismo modo que me
gusta que cuando hago algo meritorio se me reconozca, pero no dentro del
servilismo.
Hemos de ver
con imparcialidad el trabajo realizado y no quien lo realiza, tenemos que
reconocer el esfuerzo y dedicación para conseguir un objetivo, pero no
idolatrar al que lo ha conseguido.
Como
expresa el párrafo, nuestra vida está marcada por limites, pautas, formatos,
que lo único que consiguen es mantenernos en la frustración permanente, impedir
que reconozcamos nuestro verdadero potencial y capacidades, nuestra grandeza y
divinidad, por tanto investiga, estudia y cuestiona todo lo enmaquetado, todo
lo estrictamente reglado, todo aquello que te sirvan en bandeja y búscate a ti
mismo, a tu esencia, sin limitaciones, ni pretensiones, solo dejándote llevar,
viviendo el momento, disfrutando de tanto como tienes y eres.
Abrazote.
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