Esto lo publique
el 5 de enero de 2014, pero es que sigo pensando lo mismo.
QUERIDOS REYES
MAGOS:
Aunque un poco
tarde me permito escribir la carta de marras, aunque no seré personalmente un
problema en mis peticiones, ¿o tal vez si?
Bien pues yo no
quiero nada para mí, no necesito nada, tengo todo cuanto necesito, así que si
teníais algún regalillo preparado por si acaso, se lo podéis dar a otro que lo
necesite más.
No es que sea
desagradecido, ni prepotente, no todo lo contrario, lo que soy es agradecido y
realista.
El mayor regalo
me lo hicisteis cuando aún era una chispita divina chisporroteando por el
Universo alegremente. Un día pedí poder encarnarme y vivir experiencias y
vosotros dijisteis: “Claro que si, mira tenemos para ti y a tu disposición una
bolita maravillosa en medio de la nada, de un precioso azul y lleno de vida,
luz, fuerza y que se auto regenera y revitaliza a pesar de que algunos hagan
una mala gestión del regalo”.
Dentro de ese
puntito azul, en el que había multitud de posibilidades, me disteis una familia
normalita, pero familia, que se preocupó de alimentarme, darme estudios (que no
es conocimiento, eso lo tenía innato, pero no lo sabía), calor y más o menos un
porvenir.
Me disteis la
capacidad de encontrar una compañera y de poder generar la oportunidad de que
otras chispitas ocupasen sus encarnaciones y ahora me acompañan dos de ellas,
maravillosas como todas las chispitas.
Y finalmente de
un tiempo a esta parte, habéis puesto ante mí de nuevo, como en cientos de
ocasiones anteriores, la capacidad de razonar, de ver, de apreciar la verdad y
la realidad. Así que hoy decido aprovechar la oportunidad y ver que realmente
no necesito nada, porque puedo AMAR, BESAR, ABRAZAR, SENTIR, VER, EXPRESAR,
COMUNICAR, EXPANDIR. CRECER, INTERACTUAR, CO-CREAR, por Dios que ciego estaba,
que ignorante era, gracias por permitirme SER.
Un fuerte abrazo
y espero que tengáis suerte en el reparto de este gran regalo que lleváis
dentro y que la gente se dé cuenta de que se lo estáis proporcionando, bueno y
además que también se echen la colonia, que oler rico nunca está de más.
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