HAY QUE SER CONSECUENTE
Puede que este año volvamos a la
misma cantinela, año nuevo vida nueva y que no lancemos a proyectar miles de
cambios en nuestra vida, actitud y comportamiento, puede que incluso nos involucremos
en uno o varios rituales para conseguir lo que hemos planificado.
Estupendo,
hasta aquí y para esta noche fenomenal, pero después llega mañana, pasado y el
otro y dentro de una semana estamos en la misma situación que nos encontrábamos,
o más bien peor la que la frustración de no ser capaces de alcanzar las
propuestas, nos hacen sentirnos incompetentes, inútiles y faltos de carácter y
de inmediato se nos viene a la mente “otro año igual, a sufrir mi destino”.
Personalmente encuentro absurdo el
exceso de celebración y la parafernalia que rodean a la noche vieja. Como en
muchas otras festividades prevalece el consumismo y la sobrevaloración de un
hecho que ocurre otros once meses al año. Me llama poderosamente la atención
como la gente está en las reuniones, unos porque como en otras ocasiones al
año, están junto a amigos pasándoselo bien y el momento en si apenas tiene
importancia, pero otros están soportando a la mesa o bien gente que no conocen,
o que no tiene apenas relación o incluso se ven obligados a soportar a personas
que hasta desprecian, pero que por un motivo u otro esta noche están juntos.
En este estado de cosas llega el momento
de las campanadas y cuando terminan se entra en una especie de euforia desmedida
y absurda en el que todo el mundo (aunque se odie) se besa y abraza y se desea
feliz año nuevo. Pasados 15 o 20 minutos la realidad va tomando de nuevo forma
y cada uno se escaquea como puede y al que antes habías abrazado, ahora si
pudieras le escupirías. Entra en juego las grandes cantidades de alcohol y
terminas, si no borracho, si más afectado de lo que quisieras, te acuestas
tarde y a la mañana siguiente tienes ante ti un día de perros.
Y piensas Feliz que…..
Si de verdad quieres formular un propósito
y generar un cambio tendrás que empezar por aquí, por esta noche. Los cambios
se producen cuando uno está preparado para ellos y no tienen delimitada una
hora o fecha determinada. Replantéate a tu manera la forma de afrontar tus
fiestas, tus diversiones, tus tiempos de ocio. No necesariamente lo que es
ideal para ti es lo mejor para otro y viceversa, así que reúnete con tu familia
y amigos para plantearte seriamente como quieres hacerlo y no te importe el que
los demás te critiquen o tachen de raro por ello.
Y recuerda, cada momento es importante,
no solo por lo que te puedes perder, sino porque es lo único que tienes el
momento actual y recuerda no estás en el cielo, en otra dimensión, ni en los
mundos de yupi, estas aquí en el planeta Tierra que te ama, te nutre y te da
todo cuanto necesitas, al menos devuélvele un poquito de respeto y cariño.
Abrazote como siempre y Feliz Momento,
Feliz Vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario